lunes, 21 de mayo de 2012

Renuncia a la delegación cultural (último post)

Colegas y Colegos:

Renuncio a mi cargo sindical de Secretario de Educación y Formación Ideológica de la D II BA 14 en razón del desinterés característico de la comunidad por la representación inexistente. Son graves los problemas laborales y culturales en el fin de la gestión de directores y directoras y ante el cambio sexenal en el Estado. Es evidente la incapacidad de las delegaciones sindicales, salvo las militantes de la CNTE, para asumir los derechos de los trabajadores, la dimensión cultural de las tareas de escuelas y centros de investigación y sobre todo, la construcción sindical para combatir la corrupción del SNTE.
Ni siquiera hubo una toma de posesión pública de la delegación y su programa y si la hubo, fue a la manera de los actos característicos del charrismo sindical.
Procuré discutir todo esto en el blog El Calambre Cultural y fracasé tanto como en el uso de un pequeño sitio al lado del Salón de Usos Múltiples del CENIDIAP para difundir la Hoja Obrera. Demasiado poco y demasiado ineficiente.
Por tanto, renuncio y abomino del desinterés y la inmovilidad como constructos de corrupción y sometimiento al Estado represor de los derechos históricos de los trabajadores.

15 de mayo de 2012 

Alberto Híjar Serrano

martes, 15 de mayo de 2012

ALTHUSSER EN MORELIA

Alberto Híjar Serrano


Por estos días finales de mayo de 2012, Althusser se hace presente en Michoacán. El coloquio lleva el título de una novela inédita de Oralba Castillo-Nájera quien al lado del principal activista althusseriano hizo un bastión de marxismo crítico en la Escuela de Filosofía Nicolaíta hasta que fueron expulsados no sin tomar el lugar de los hechos con todo y guardias en la azotea. El peligro valió la pena, Oralba sobrevivió a una aflojada de birlos de su VW y al fin Fernanda Navarro quedó ganona y peleada con la filósofa contestataria que se graduó en la UNAM con una tesis sobre Simone de Beauvoir, por supuesto. Dice la leyenda que Althusser comunicó a su conocida Fernanda que Televisa lo invitaba al coloquio organizado por Octavio Paz y le pedía su opinión sobre el aprovechamiento del dudoso honor de la invitación para descansar entre amigos. Fernanda respondió con un sí entusiasmado y la oferta de una casa en la rivera de Patzcuaro para albergar al venerado maestro. No hubo respuesta porque en esos días de 1980, Althusser ahorcó a su esposa en la recámara matrimonial. Años después, Fernanda escribió un libro sobre la filosofía de Althusser y luego brilló como zapatista incondicional. Ahora es organizadora principal del coloquio de Morelia.

              Maritere Espinosa va con la tesis del Taller de Construcción del Socialismo sobre la otra historia. Hace bien porque una es la historia de las ideas reducida a los textos de los profesores e investigadores y otra es la debatida en los movimientos políticos y sociales. A la larga, se trata de hacer una sola historia enriquecida y fortalecida más allá del límite reconocido por Raúl Fornet Betancourt (2001) cuando historia el marxismo en Latinoamérica sin ir más allá de lo que consta en los documentos universitarios. Incluye al Che y Mariátegui, pero deja fuera a Abimael Guzmán, José Revueltas, Mario Payeras doctorado en Leipzig para ocuparse después en la fundación del Ejercito Guerrillero de los Pobres en las selvas del Petén. Otra historia tendría que incorporar las reflexiones de los armados.

             Fuga hacia arriba es la frase de Julio Santucho acentuada por Oswaldo Bayer en el prólogo de Los últimos guevaristas. La fundación del ERP-PRT no puede explicarse sin la enorme capacidad organizadora de Roberto Mario Santucho y sus camaradas para hacer prácticos los planteamientos críticos de la editorial Pasado y Presente donde Oscar del Barco, Francisco Aricó, Schmucler, Portantiero, Kiczkowsky construyeron la superación positiva del stalinismo. Del Barco precisa en su “respuesta a Rozitchner” de 2006, su crítica al “intelectualismo de Lenin, Althusser, Colleti, Paramio y Reverte” y las relaciones con el ERP-PRT y el peronismo más radical hasta el punto de asumir la responsabilidad por lo ocurrido en la guerrilla de Salta de 1962-63 con Ricardo Masseti al frente por designación del Che. Ejecuciones y desastre final son responsabilidad de todos los militantes y colaboradores, afirma del Barco para escándalo de quienes prefieren la distancia crítica. He aquí la filosofía como arma de la revolución.

            Del Barco se exilió en México y en el cuarto centenario de la Universidad Autónoma de Puebla en 1978, dirigió la Colección Filosófica como parte del Programa de Reforma Universitaria orientado por las determinaciones resultantes del 68. César Gálvez iba y venia a Puebla hasta lograr su contratación como docente luego de su ingreso al PCM porque así tenía que ser para emular a Althusser con la crítica desde dentro. Un accidente en su automóvil le quitó la vida mientras en la Facultad de Filosofía de la UNAM Cesáreo Morales y yo procuramos la crítica althusseriana que al menos en mi caso, me ganó la antipatía de los marxistas académicos, algunos de ellos comprometidos con la construcción de un Estado fuerte como decía Carlos Pereyra, el brillante profesor muerto muy joven, a fin de impulsar la democracia con un partido de izquierda que empezó siendo el PSUM luego de la extinción del PCM y acabó siendo el PRD. Antes, en los 70, un grupo de jóvenes se puso a resolver lo que la UNAM ya nunca hizo: estar al día. La colección de Cuadernos del Archivo puso al alcance de todos las traducciones del francés, sobretodo de la revista La Pensée, gracias a la bilingüe celeridad de César y Miguelito Rodríguez, ahora profesor de La Sorbona. Antes y después de que César llegara volando en su bicicleta por el declive del estacionamiento, los demás como Eugenio Palomo que también estudiaba cine en el CUEC, Rocío Duque hoy de free lance en New York, Miguel García, figura principal del equipo multideportivo “Las Apariencias” que siempre perdía pese al 1.90 de estatura de su capitán que se nos murió cuando apoyaba al EZLN con la organización de las redes electrónicas, Alberto Vargas, Armando Castellanos y Ana María Martínez escindidos con su línea Brecht hasta poner en escena La campana de bronce, descubríamos la vitalidad colectiva para que algunos nunca más cayéramos en los pantanos del individualismo. De fuera de la facultad, Ana Cecilia Lazcano aportó la historia del arte, Morris Savariego el diseño gráfico y el teatro, Andrés de Luna el cine y el erotismo, Adriana Contreras la fotografía testimonial y el argentino Atilio Tuis y la gringa Rini Templeton aportaron su sabiduría visual a la par de Felipe Leal a la sazón estudiante de arquitectura. Por ahí topábamos con Rafael Guillén, mejor conocido como Cachumbambé. Me visitaban en el Curso Vivo de Arte localizado en el Museo Universitario para entregarme el texto que deberíamos discutir 2 o 3 días después. Los profesores rutinarios nos odiaban por estar al día y porque yo era profesor adjunto de Adolfo Sánchez Vázquez por gestión del Comité de Huelga de 1968.

            En enero de 1974 murió Siqueiros y declaró en entrevista postrera la necesidad de continuar la difusión de sus tesis para lo cual me nombraba. En febrero, la policía dio con una casa de seguridad de las Fuerzas de Liberación Nacional en Monterrey, capturó a la pareja responsable de la casa que guió al ejercito hasta la Casa Grande de Nepantla donde masacró a cinco militantes y encontró registros de mi existencia y del rancho El Diamante en Chiapas donde acorraló a la avanzada guerrillera hasta su exterminio mientras procedía a secuestrarme en un centro de tortura clandestina de donde fui trasladado con los compañeros de Monterrey a los separos de la Procuraduría General y luego a la cárcel de Lecumberri de donde salí bajo fianza gracias a una asombrosa y rápida denuncia y movilización por mi libertad. Althusser estaba en esto, como estuvo en la fundación del Taller de Arte e Ideología después de la represión descrita y de la negativa de la dirección de la Facultad de Filosofía para que me hiciera cargo de un seminario sobre ideología que había iniciado Luis Villoro. Leer El Capital, el título-consigna del comunista francés, fue cumplido como primera tarea del TAI  consolidado con la reflexión del Capítulo I. En el Autogobierno de Arquitectura llegamos hasta la publicación de Ideología y aparatos ideológicos de Estado ilustrada por un estudiante que resultó agente de Gobernación según me confesó para disculpar el supuesto asalto en el que desapareció el cuaderno althusseriano.

            Rafael Guillén muy influido por Cesáreo Morales, orientó sus reflexiones hacia la crítica al sistema educativo en México. En 1977, la huelga por la sindicalización universitaria dio lugar a un intento de seminario con Cesáreo y yo al frente. La primera reunión en el salón 106, el más grande de la Facultad, fue un éxito pero hasta ahí llego el proyecto cuando alerté sobre la ignorancia enciclopédica de los estudiantes y los profesores sobre la historia de México. Guillén tomó nota, escribió una conferencia que no publicó Cuadernos del Archivo de Filosofía pero incorporó a su tesis profesional construida con la ironía como recurso inusual para la solemnidad académica. Un humor crítico había crecido en los althusserianos para disgusto de los académicos y felicidad de Alcira Soust, la poeta uruguaya que repartía sus obras en los pasillos donde proclamaba su regocijo por el florecimiento de los rosales dedicados a nuestros queridos muertos: Cortázar, Revueltas, Sartre, Simone.

            Había que invitar a Guillén a las FLN y como ya me iba con los sandinistas medio peleado con la dirección clandestina por su incapacidad autocrítica, alguien más habló con él y alcanzó a comunicarme la incorporación entusiasmada en el pasillo frente a la Coordinación de Posgrado del Autogobierno de Arquitectura. Contrario a la solemnidad, Guillén eligió el seudónimo de Zacarías cargado del doble sentido popular propio del albur mexicano. Al paso de su práctica revolucionaria y su reeducación en las comunidades de Chiapas, creció como Marcos hasta ser subcomandante del EZLN famoso por su discurso crítico y festivo a la vez.

            Todo esto es el otro althusserianismo cargado de buen humor, un toque de arrogancia, ánimo festivo y profunda aplicación de La filosofía como arma de la revolución, para que fuera mucho más que un título izquierdista de la famosa entrevista al maestro francés. Ya nunca pude comentar con los compañeros del TAI originario, la bienvenida a la crisis de vida del marxismo destacada por Althusser como respuesta a su entrevistador Álvaro Tirado Mejía sobre “El marxismo desbloqueado” publicada en la revista Alternativa de 1970 que un combatiente sandinista colombiano me dio en la casa que compartíamos en el camino a Masaya donde había vivido un propagandista de Somoza. De esta práctica de la filosofía otra es que Maritere hablará en Morelia sin esperar mucha atención porque rige la broma muy seria de Guillén al voltear la frase de Fidel en el vigésimo aniversario del asalto al Moncada cuando afirmó: ”ayer éramos un puñado de hombres, hoy somos un pueblo etc”. Guillén dixit: “ayer éramos un pueblo entero, hoy somos un puñado de hombres”. Gran verdad.

jueves, 10 de mayo de 2012

SIN DEBATE NI DEMOCRACIA

Alberto Híjar Serrano


Lo que quieren es ganar la presidencia y para ello, se valen de todos los trucos de convencimiento publicitario porque son producto de una cultura del espectáculo efímero asociado al contratismo y la máxima ganancia. Sobre bases así, no hay debate posible sino diatribas y ocurrencias aconsejadas por los equipos de campaña. A la mujer, por ejemplo, le dijeron que aprovechara cualquier oportunidad para proclamarse diferente con un rezo memorizado y como no hubo oportunidad de entrada, en lugar de responder a una pregunta, se soltó reiterando con rostro inexpresivo de recitadora mecánica, que es diferente. Casi igual los otros al dejar en el aire las respuestas a cambio de sus rollos de identidad promocional. Ni debate ni respuestas programáticas a cambio de anuncios equiparables a cualquier promoción mercantil. Muchas promesas y nada sobre la transición a algo mejor.
Los comentaristas seleccionados en una especie de casting de charlatanes estatólatras y algunos expertos en imágenes publicitarias, contribuyen al desconsuelo público al negar la realización del debate para orientar de inmediato sus comentarios ingeniosos a los aciertos y desaciertos de los involucrados principales: el IFE, los equipos de campaña, los asesores, los productores famosos por unos días junto a la edecán despampanante que da lugar a especulaciones complotistas. Nadie va al fondo y la ciudadanía permanece indiferente o sumada al chiste como recurso del inconsciente frustrado, defraudado e impotente a punto de la indignación. No hay a quien irle.
            En rigor, un debate confronta ideas transformadas en tesis de época o al menos de coyuntura por su importancia social. Tal ocurrió, por ejemplo en el debate entre Noam Chomsky y Michel Foucault en 1971 coordinados por Fons Elders del Proyecto Internacional de Filósofos cuando luego de andarse por las ramas al encuentro de lo común, pasaron a discutir los límites de sus planteamientos del poder como aparato lingüístico en Chomsky y como microfísica y biopoder en Foucault, todo entre argumentaciones históricas y sociales descubridoras de los argumentos de los contendientes. Por acá, debate fue el agarrón por la libertad de cátedra y los planes universitarios entre Antonio Caso y Vicente Lombardo Toledano en 1933, que ocupó primeras planas, involucró universitarios e intelectuales diversos y significó la salida definitiva de Lombardo de la Universidad. De un lado, el idealismo, del otro el materialismo concebido como ciencia de las ciencias y excluyente de creencias místicas. Luego, a partir de los 50 y la construcción de la aldea global descubierta por Marshall McLuhan, puros escarceos entre intelectuales afamados por el sistema de premios y prebendas del Estado apoyado por las televisoras. Octavio Paz, Carlos Monsivais, Carlos Fuentes y otros buenos escritores, animaron revistas de élite y rico patrocinio estatal. Figurillas como Héctor Aguilar Camín o Jorge Castañeda y pobres diablos como Francisco José Paoli, Javier Tello o Carreño Carlón, simulan críticas tan superficiales que aburren al auditorio de televidentes que libremente optan por cualquier otra visión tan infame o peor que los programas de opinión.
            El opinadero es antesala del debate porque descubre los acuerdos y los disensos. Por ejemplo, el EZLN alienta en diciembre de cada año, la discusión sobre autonomía, Estado y poder. Hace dos niveles: el de los de poca fama y mucho activismo en el terregal de un lienzo charro en Iztapalapa y el de primer nivel en San Cristóbal bajo el nombre de Andrés Aubry. Prevalecen en ambos los elogios al EZLN y los Caracoles y en el encuentro de los pobres proliferan las denuncias de represiones violentas. No hay debate, porque desde el fin de siglo, el extinto FZLN lo boicoteó interponiendo la exigencia de esperar la palabra verdadera desde arriba. Nada se aprende así de la corrupción sandinista que borró y prohibió las pintas de las tendencias y exigió a las organizaciones de base esperar a que bajaran las orientaciones. La secuela del autoritarismo pseudorrevolucionario es terrible porque impide toda crítica y desalienta el debate. La compañera argentina Lila Pastoriza que escribe en la ejemplar revista Lucha Armada exige la necesidad de averiguar por qué nos derrotaron en todas partes. El testimonio y la crítica teórica orientan los textos de la revista transformada en anuario a partir de 2010. El debate se da entre posiciones estratégicas que incluyen la discusión de tácticas descubiertas a partir de la teoría y de los testimonios que renuncian al secreto resguardado por jefes y comandantes. Autoritarismo, militarismo, clandestinaje, líneas de masas, son puestas en crisis para aprender, avanzar y organizar, liberados de los errores y prejuicios del pasado. Entre los candidatos de acá en cambio, los seguidores prohíben criticar los dobles y triples discursos según el auditorio. Aclamado por la comunidad del Tec de Monterrey, López Obrador declaró innecesarias las expropiaciones y nacionalizaciones, por ejemplo. Nadie denuncia y nadie debate la ausencia de solidaridad con los masacrados, los desaparecidos, los migrantes acosados por policías e institutos de migración. Un debate no se instala en el tu dijiste, yo te vi, sino en las raíces y las consecuencias profundas de los oportunismos y las mentiras.
            El pragmatismo y la idiotización masiva de la industria del espectáculo y la cultura de élite miserable de las universidades y los silenciosos institutos y centros de investigación, impiden el debate. Se trata de ganar y de ser convincentes inmersos en un Estado que oculta sus crímenes presidenciales desde Obregón hasta Colosio y los fraudes y asesinatos que llevaron a la presidencia a Zedillo, a Salinas con la caída del sistema y la contención de la revuelta popular, a Calderón haiga sido como haiga sido, como ostenta su cinismo. La democracia ha muerto como prueban los debates fallidos y ya pasó el tiempo en que un Constituyente pudo haber construido el debate de una nueva Constitución a cambio de la descuartizada por los pseudo partidos políticos que sólo representan a mafias poderosas a la pesca de contratos y chambas.  

10 mayo 2012